martes, 23 de febrero de 2010

Renunciando al bonus

Son muchas las entradas que he dedicado al tema de los bonus, a los conflictos empresariales y judiciales y los problemas de regulación que conllevan. Hoy traigo a colación el mismo tema porque ha motivado noticias en sentido opuesto al habitual. Me refiero a los sucesivos anuncios que en pocos días han hecho los grandes bancos británicos (Barclays, RBS, Lloyds) sobre la renuncia de sus consejeros ejecutivos a percibir la retribución variable correspondiente al año 2009. Son anuncios que se han visto precedidos de los preceptivos acuerdos e informes de las Comisiones de Retribuciones correspondientes, a favor del pago de esas cantidades de acuerdo con los contratos vigentes y con los resultados del ejercicio. Las declaraciones de las instituciones afectadas o, mejor dicho, favorecidas con esa renuncia, son similares, al explicar que la decisión de sus gestores se inspira en la voluntad de evitar que esos pagos abunden en la polémica retributiva, en un momento en que sus respectivas entidades comienzan a recuperarse con mayor o menor éxito de la crisis que obligó al rescate de algunas de ellas mediante la aportación de relevantes ayudas públicas o bien a apaciguar las opiniones exacerbadas en contra de los gestores de esas entidades.



Es una decisión que debe ser reconocida. Los gestores dan un claro mensaje a la hora de “alinearse” con sus accionistas, en este caso en las vacas flacas. Esas renuncias están siendo analizadas para evitar que se conviertan en un mero aplazamiento o en cualquier otro matiz que atenúe el valor de ese paso. En los diarios financieros de estos últimos días pueden encontrarse consideraciones variadas. Algunas incluye el artículo de George Hay en CincoDías: RBS, los millones de Hester.

Los bonus bancarios han generado muchas noticias y reacciones orientadas a su disciplina. Al menos estas últimas noticias revelan que esas reacciones han tenido algún efecto.

Madrid, 23 de febrero de 2010