miércoles, 28 de julio de 2010

Dos apuntes más sobre la retribución de los administradores

Como no quiero cansar la atención de los lectores de este blog con argumentos ya manidos, esta entrada sobre la retribución tiene una finalidad estrictamente informativa. El primer apunte lo motiva el reciente artículo del Profesor de la Universidad de Valencia, Tomás Vázquez Lépinette, con título ilustrativo: “La retribución de los administradores en tiempos de crisis: nuevos hechos, nuevo Derecho. Especial referencia al Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible”, RDBB 118 (abril-junio 2010), pp. 197-216. Ya advertí en una entrada redactada al hilo de la presentación del Proyecto de Ley, que esa futura norma planteaba una reforma de calado en esta materia. El profesor Vázquez Lépinette cerró su trabajo el 31 de marzo pasado (antes de la presentación del Proyecto de Ley), lo que no atenúa el interés de su trabajo y de sus opiniones. Entiende que las reformas en materia de transparencia son acertadas, pero que deberían regularse también “aspectos sustantivos de la retribución”.

El segundo apunte es internacional y lo inspiran los datos que facilita la edición de ayer de The Wall Street Journal sobre el panorama que ofrecen las grandes corporaciones estadounidenses en este terreno. Incluye un amplio ranking sobre los pagos a los administradores ejecutivos en los últimos diez años. El líder aparece en el título Oracle's Ellison: Pay King. Más interés que el cuánto ganan los afortunados líderes empresariales tiene la cuestión de si les acompañan en tan feliz singladura los accionistas. La respuesta no es favorable. Transcribo los párrafos más claros al respecto:

The survey shows that only some of the best-paid executives in the decade oversaw great stock gains for shareholders.

The size of executive pay packages, and the ways companies try to align executive pay to shareholder returns, became a heated political topic at several points in the last 10 years, especially in the wake of accounting scandals early in the decade and the Wall Street collapse of 2008. Critics say stock options sometimes work too well—pushing executives to make risky moves that lift the stock price in the short run, but ultimately hurt the company.

Oracle shareholders saw the value of their stock triple, while shareholders of Apple saw their stock soar nearly 12 times over. But shareholders of another tech giant,
Dell Inc., lost 66% of the value of their stock during the decade, while CEO Michael Dell, who launched the computer maker in his dorm room in the 1980s, brought home $454 million.

Four of the 10 highest-earning executives ran companies whose shareholders lost money over the decade: IAC/InterActive, Countrywide, Capital One and
Cendant Corp.

The disparity between those CEOs' fortunes and those of their shareholders is "pretty depressing," and "suggests there's a fair amount of pay without performance," said Jesse Fried, a law professor at Harvard University and co-author of a 2004 book, "Pay Without Performance: The Unfulfilled Promise of Executive Compensation." But Steven Kaplan, a professor at the University of Chicago's Booth School of Business, said that in general, "the guys who got the big payoffs deliver”.

En definitiva, dos apuntes que nos llevan al debate permanente: los datos revelan una falta de coherencia (es un eufemismo: se trata de una enorme contradicción) entre la retribución de los administradores y los beneficios de los accionistas en un mismo período. La opinión se proyecta sobre si la solución corresponde a la Ley y, en caso afirmativo, con qué orientación.

Madrid, 28 de julio de 2010