En el suplemento Negocios de El País de este fin de semana se incluye una interesante información sobre la presencia de mujeres en los consejos de administración. Recientes entradas me han permitido recordar el hecho notorio de la escasa presencia de mujeres en esos puestos, pero también para alertar de un movimiento a favor de una irrupción normativa que traslade el sistema de cuotas imperativas en esta materia. El reportaje de la situación del Ibex 35 es exhaustivo y, por ello, recomendable. Junto a ello, se citan distintas referencias a la situación de aquellos Estados en los que se ha dado el paso legislativo (Noruega o Francia).
Al margen de la relevancia que tiene la cuestión en sí, el problema que se observa es el común a tantos aspectos del gobierno corporativo. A saber, dado que parecen no ser atendidas las recomendaciones, la solución que se apunta es la legislación. Transcribo el párrafo final del editorial titulado "O cuotas o paciencia":
“Por tanto, la cuestión es si la presencia de las mujeres en los consejos podrá aumentarse alguna vez con disposiciones blandas, de consenso entre partidos, instituciones y compañías, que acaban en el canal de simples sugerencias, o si sería necesario recurrir al procedimiento de las cuotas obligatorias. El debate tiene perfiles delicados, porque las empresas se resisten a perder autonomía. La intensidad de esa resistencia se aprecia en las dificultades que tiene Vivianne Reding, vicepresidenta de la Comisión, para articular una directiva de igualdad que eleve progresivamente en Europa el número de consejeras. A pesar de que, muy voluntariosamente, ha debatido los términos generales de la futura directiva con entidades financieras y grandes empresas, está por ver que pueda imponer cuotas de participación femenina a cambio de sanciones en la futura directiva”.
Madrid, 12 de julio de 2011