jueves, 15 de diciembre de 2011

Órdenes en los mercados de valores


No puede reducirse la causa de la abundante relación de litigios y reclamaciones que plantean los inversores contra entidades de crédito e instituciones financieras a un único motivo. Cada una de esas operaciones obedeció a motivaciones diferentes. Sin perjuicio de ello, en un buen número de ellas nos encontramos con un problema esencial de falta de información y de preparación del inversor. 


El inversor “minorista” decidió en muchas ocasiones aceptar operaciones que no podía entender. La falta de información no radicaba sólo en que la entidad no le explicará adecuadamente los riesgos inherentes a un producto, sino en que aunque lo hiciera, el inversor no era capaz de valorar los pros y contras de la misma. En gran parte, esas crisis se ven motivadas por una inadecuada comprensión del riesgo por los inversores.

De ahí que aparezca una buena iniciativa que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en su función de protección del inversor, haya publicado recientemente su "Guía de órdenes de valores". Una Guía dirigida a los inversores y con la finalidad de explicar los términos esenciales que integran las órdenes. Entre esos términos esenciales aparecen las que son órdenes en el sentido clásico jurídico-privado de  iniciación y ejecución de los distintos contratos bursátiles. En la Guía se explican los distintos tipos de órdenes de una forma que permite a cualquier lector entender su significado y las consecuencias que tiene para quien da una orden y para el destinatario de la misma, con independencia de cuál sea el medio que se utilice para trasladar esa orden.

Madrid, 15 de diciembre de 2011