En mi reciente entrada sobre Modelos de poder económico hacía una referencia al caso alemán, cuyo modelo corporativo y las consiguientes relaciones de poder societario se suelen condensar en el término Deutschland AG. Se repite la crítica hacia ese modelo a partir de la existencia de participaciones cruzadas y relaciones personales que hacen que el control de la mayor parte de las sociedades cotizadas alemanas se encuentre en manos de unos pocos, una situación similar a la que se describía en la indicada entrada con relación al caso francés. En ese debate, lo que aflora de forma repetida es el papel de los accionistas en la adopción de las principales decisiones.
Esto viene a cuento por las noticias que a lo largo de la última semana acompañaban al relevo del Presidente del órgano de administración de la sociedad Infineon Technologies AG. La preparación de la junta general se vio precedida por el enfrentamiento entre dos candidatos: el primero, proveniente del Consejo de Vigilancia, en el que militaba desde hace 10 años; el segundo, un candidato "alternativo" que contaba con el respaldo de algunos accionistas relevantes (en esencia, inversores institucionales). El debate previo a la junta no podía ignorar que la sociedad citada se había visto en una apurada situación financiera, próxima al concurso.
El desenlace de la junta ha disparado la reflexión sobre el modelo alemán y la necesidad de adoptar reformas que afecten al órgano de administración (en especial, al Consejo de Vigilancia). Porque sucedió lo que venía sucediendo: que el candidato respaldado por el management obtuvo una amplísima mayoría del capital concurrente, mientras que el candidato “alternativo” se quedó en un 27%. La incidencia del enfrentamiento llevó al ya designado a anunciar que limitará su mandato a un solo año, durante el que buscará un nuevo primer ejecutivo. Los accionistas derrotados tratan de obtener alguna ventaja de su derrota, como señala la información de hoy del Handelsblatt: Infineon sucht erneut neuen Aufsichtsratschef. Por cierto, que en ese diario económico puede reconstruirse el enfrentamiento previo a la junta general.
Con independencia de ello, vuelven las reflexiones sobre el absentismo de los accionistas y la necesidad de revitalizar el Consejo de Vigilancia en las cotizadas alemanas. Sirva de ejemplo el análisis que realiza el Financial Times en su edición del fin de semana: Germany’s club house doors are bolted. En él también aparece el problema de la retribución al hilo de las declaraciones de Gerhard Cromme –destacado gestor empresarial y una de las referencias en la constitución del modelo alemán de gobierno corporativo- a favor de una mayor retribución de los consejeros no ejecutivos. Con ello se atraería a esa función a personas de renombre y se incentivaría un mejor funcionamiento de los consejos.
Entre tanto, Deutschland AG seguirá haciéndose presente.
Madrid, 15 de febrero de 2010
Esto viene a cuento por las noticias que a lo largo de la última semana acompañaban al relevo del Presidente del órgano de administración de la sociedad Infineon Technologies AG. La preparación de la junta general se vio precedida por el enfrentamiento entre dos candidatos: el primero, proveniente del Consejo de Vigilancia, en el que militaba desde hace 10 años; el segundo, un candidato "alternativo" que contaba con el respaldo de algunos accionistas relevantes (en esencia, inversores institucionales). El debate previo a la junta no podía ignorar que la sociedad citada se había visto en una apurada situación financiera, próxima al concurso.
El desenlace de la junta ha disparado la reflexión sobre el modelo alemán y la necesidad de adoptar reformas que afecten al órgano de administración (en especial, al Consejo de Vigilancia). Porque sucedió lo que venía sucediendo: que el candidato respaldado por el management obtuvo una amplísima mayoría del capital concurrente, mientras que el candidato “alternativo” se quedó en un 27%. La incidencia del enfrentamiento llevó al ya designado a anunciar que limitará su mandato a un solo año, durante el que buscará un nuevo primer ejecutivo. Los accionistas derrotados tratan de obtener alguna ventaja de su derrota, como señala la información de hoy del Handelsblatt: Infineon sucht erneut neuen Aufsichtsratschef. Por cierto, que en ese diario económico puede reconstruirse el enfrentamiento previo a la junta general.
Con independencia de ello, vuelven las reflexiones sobre el absentismo de los accionistas y la necesidad de revitalizar el Consejo de Vigilancia en las cotizadas alemanas. Sirva de ejemplo el análisis que realiza el Financial Times en su edición del fin de semana: Germany’s club house doors are bolted. En él también aparece el problema de la retribución al hilo de las declaraciones de Gerhard Cromme –destacado gestor empresarial y una de las referencias en la constitución del modelo alemán de gobierno corporativo- a favor de una mayor retribución de los consejeros no ejecutivos. Con ello se atraería a esa función a personas de renombre y se incentivaría un mejor funcionamiento de los consejos.
Entre tanto, Deutschland AG seguirá haciéndose presente.
Madrid, 15 de febrero de 2010