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viernes, 24 de enero de 2014

La retribución y su información



Aun siendo pocos, algunos temas reiteradamente tratados desde que inicié este blog mantienen su actualidad y su complejidad. Sin duda (basta con acudir al histórico de entradas y etiquetas), el de la retribución de los administradores ejecutivos en grandes sociedades y, en particular, en el sector financiero es uno de ellos. Como prueba de esa incesante actualidad me limitaré a traer a colación dos recientes informaciones en medios especialmente influyentes.


En primer lugar, The New York Times dedicaba hace algunos días una amplia sección en sus páginas de opinión a la eventualidad de que EE.UU. adopte límites a la retribución variable de los ejecutivos. La cuestión se propone a partir de las iniciativas adoptadas en la Unión Europea. Siguiendo el modo habitual de debate de cuestiones de actualidad en las páginas del influyente diario neoyorquino, esa cuestión era abordada desde distintos puntos de vista que expresan los invitados al debate y que pueden consultarse aquí. Me permito destacar por razones obvias la columna del Profesor de la Universidad de Columbia John C. Coffee Jr., que apuntaba al debilitamiento en este punto del rigor inicial de la Ley Dodd Frank a través de su desarrollo.

La segunda parada informativa es la referencia que dentro de la no menos influyente Lex Column (de la edición del Financial Times correspondiente al pasado fin de semana) planteaba un problema esencial con respecto a la exigencia del informe anual de retribuciones. La pretensión del diario está plena de sentido común y supone una reacción ante algunos ejemplos concretos de la muy difícil comprensión de ese informe.

Su importancia para los accionistas y para cualquier interesado en seguir la política retributiva y su concreción en cada sociedad reclama que ese  informe se elabore de manera sencilla y comprensible. En sentido opuesto, las mismas consideraciones justifican que se rechace el intento de convertir esos informes en una suerte de enciclopedia en la que formulas financieras indescifrables y condiciones incomprensibles hagan prácticamente imposible conocer lo que ha pasado a un lector medio. El informe debe permitir a cualquier accionista la comprensión de la política retributiva aprobada y su concreta aplicación con relación a cada uno de los beneficiarios. La complejidad de ese informe beneficia los intereses que animaron su exigencia:

But it is hard to escape the feeling that growing complexity benefits pay consultants, executive directors and increasingly, non-executive directors, at the expense of shareholders. Complex incentive schemes are no guarantee of success. Ask investors in Yahoo, whose chief operating officer has walked off with millions after being in the job for a year.

Much of shareholders’ ire about pay has been directed at absolute levels. That is hardly surprising – according to Manifest, a proxy voting agency, average CEO pay in the FTSE 100 has risen from £2.6m in 2002 to £4.1m. But the biggest part of the increase has come via bonuses and incentive plans, not salary. So it is time for remuneration committees, with their own pay rises in their pockets, to get a grip. Top-level pay needs radical simplification. It should not require 23 pages of explanation. It should not take a weekend to understand”.

Entre nosotros, desde el pasado 1 de enero es aplicable a los informes anuales de remuneración el modelo establecido por la Circular 5/2013, de 12 de junio. En principio, su estructura debiera descartar el riesgo de que su comprensión adecuada quede reservada a iniciados.

Madrid, 24 de enero de 2014