Una noticia de The Wall Street Journal anunciaba que la Unión Europea iba a revisar los bonus de los banqueros.
El titular es equívoco y excede de la realidad. No se trata de que la Comisión Europea haya decidido impulsar medidas de revisión de los bonus que cobran los banqueros europeos, sino de algo que me parece más sensato. Me refiero al anuncio que ha realizado la Comisaria Kroes el viernes de la pasada semana señalando que al examinar los planes de reestructuración de determinadas entidades de crédito que habían recibido ayudas públicas para superar la crisis, la Comisión Europea solicitará una serie de informes y compromisos con respecto a los planes de retribución de sus directivos.
El sentido común señala que es ahí donde cobra todo significado que exista una actuación destinada a evitar la paradoja de que los fondos públicos permitan la recuperación de entidades en grave crisis y que al hilo de esa recuperación financiada por todos, unos pocos traten de asegurar unos bonus que en muchas ocasiones son una provocación en cuanto a su importe. Paradoja anticompetitiva si los fondos públicos sirven para favorecer la política empresarial de determinadas entidades que usan esos fondos para “retener talento”, aunque algunos cuestionen tal condición talentosa en quienes llevaron a sus entidades a situaciones difíciles.
Madrid, 14 de septiembre de 2009