En una interesante crónica
que publicaba el jueves 17 de enero el Diario el País, Claudi Pérez pasaba
revista a la valoración que realiza La Comisión Europea del proceso de reforma
del sistema financiero español. La crónica destaca las dudas que siguen
existiendo sobre si permitir a las cajas que han abandonado su condición de
entidades de crédito y han pasado a ser sujetos de una actividad indirecta a
través de los bancos en los que son accionistas, mantener en estos bancos
participaciones de control. Así lo sintetiza el párrafo introductorio que
transcribo:
“El nuevo examen de la Comisión Europea —un
documento de 19 páginas al que ha tenido acceso EL PAÍS, enviado al Parlamento
alemán y a otros países del euro— es positivo, con algún que otro pero. Y deja
una novedad: Bruselas acepta finalmente, a regañadientes, que las cajas
puedan controlar bancos a través de las fundaciones bancarias, tal y como
quería el Gobierno. Eso sí, con condiciones “significativamente costosas”,
según el texto, como para que a casi ninguna caja le interese.
Bruselas dará “poderes especiales” al Banco de
España para asegurarse de que le complace el resultado final de todo ese
proceso. Básicamente, el supervisor —tutelado por el BCE— desarrollará una
férrea regulación para atar en corto a las fundaciones que controlen más del
30% de los bancos salidos de las antiguas cajas. Les exigirán “un protocolo
de gestión” y un “plan financiero” que deberá ser aprobado por el Banco de
España, con claras directrices sobre las inversiones. Y lo más importante:
Bruselas exige la creación de un “Fondo de Reserva” con el que las fundaciones
se aseguren de que pueden inyectar capital suficiente en los bancos en caso de
problemas. El argot propio de la brujería comunitaria suele ser deliciosamente
inextricable, pero esta vez el objetivo es claro y diáfano: “Esa propuesta hace
que los niveles de control sean significativamente costosos para las
fundaciones bancarias”. “Se ha creado un conjunto de incentivos para una
reducción a lo largo del tiempo de los niveles de control”, según el documento.
En caso de la más mínima deficiencia, además, el
Ejecutivo facultará al Banco de España para que pueda obligar a reducir la
participación por debajo del nivel de control. Prácticamente todo eso aparecía
ya en el anteproyecto de ley que el Gobierno debe tener listo en el primer
semestre. Madrid hizo circular en Bruselas una primera versión en diciembre,
pero deberá incluir el nuevo Fondo de Reserva para las fundaciones”.
Parece que la Comisión Europea está
dispuesta bajo condiciones severas a permitir que las cajas se conviertan en el
accionista que marque la actividad y la estrategia de los nuevos bancos creados
en este proceso de reforma. Es un tema importante porque nos devuelve a un
debate prolongado que se ha producido entre nosotros sobre la reforma del régimen
jurídico aplicable a las cajas de ahorros y las deficiencias que el sistema
legal introducía para que las cajas tuvieran la capacidad de competir de forma
plena con las entidades bancarias. Lo que viene a establecer el informe
reciente de la Comisión Europea es que no se ha olvidado ese pasado a la hora
de diseñar la eventualidad de que las cajas mantengan esa posición de control
de los bancos:
“Bruselas y Madrid han necesitado varias semanas
para cerrar el punto más espinoso, relativo al nuevo estatus legal de las
cajas. El texto firmado por la Dirección General de Economía y Servicios
Financieros deja claros los porqués: “El marco legal hizo a las cajas
especialmente vulnerables a interferencias políticas y a una alta concentración
de riesgos, principalmente por la actividad inmobiliaria”. La crisis hizo
el resto”.
De ahí que se
subraye ese incremento del coste de control, como remachaba la crónica de ABC
“Las cajas tendrán que aportar más capital para controlar los bancos” (edición
impresa 22 de enero de 2013, p. 35). En
cuanto al propio control del banco, las valoraciones informativas no dejan de
expresar visiones contrapuestas. Así, en sus ediciones impresas del pasado día
22 de enero, Expansión titulaba “Las
cajas podrán controlar sus bancos de forma indefinida” (p. 13), El Mundo “La
política saldrá de la gestión financiera” (p. 30) y El País “El
Banco de España castigará a las cajas que tengan bancos".
El texto del Anteproyecto
de Ley XX/2013, de cajas de ahorro y fundaciones bancarias que tanta
atención concita está sometido a audiencia pública hasta el próximo 7 de
febrero de 2013. Espero volver sobre el mismo en una futura entrada.
Madrid, 25 de
enero de 2013