Hace no mucho publiqué una entrada sobre los cambios que se están diseñando en el marco del Derecho estadounidense con respecto a uno de los instrumentos que deben de servir para evitar crisis corporativas. Me refiero al incentivo que se ofrece a quienes denuncian prácticas societarias irregulares ante la SEC, incluso a cambio de una recompensa económica. Hace pocos días se publicó en el Law blog de The Wall Street Journal una interesante columna que refería la iniciativa adoptada por un congresista republicano en orden a reformar esta cuestión.
La SEC anunció que en julio presentaría ya la versión definitiva de la normativa destinada a desarrollar las previsiones de la Sección 922 de la Ley Dodd-Frank, pero parece ser que la más reciente iniciativa trata de interferir de alguna forma en esos casos. Tanto los partidarios como los detractores de la propuesta del congresista Grimm abundan en argumentos conocidos. Los que respaldan esta iniciativa destacan el riesgo de que el incentivo económico de lugar a una catarata de denuncias no suficientemente fundadas. Por contra, los que creen que la Ley Dodd-Frank va en la buena dirección y que la SEC debe mantener esa dirección, rechazan la propuesta del congresista de una previa denuncia interna de las conductas que se ven como sospechosas, por considerar que esa instancia previa en la propia sociedad puede disuadir a los posibles denunciantes.
Madrid, 9 de mayo de 2011