Ya se puede
consultar en la web del Congreso de
los Diputados el Proyecto
de Ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Es una de
las leyes más relevantes de lo que llevamos de legislatura en cuanto a la
actividad económica y una simple lectura de su índice permite comprobar que se
trata de una norma de largo alcance, con un contenido heterogéneo. Precisamente
por ello, es presumible que va a recibir una pluralidad de reacciones sobre las
diversas medidas que propone.
Comentar el
contenido de la futura Ley requiere mucho más espacio que el que ofrece esta
entrada y tiempo habrá de valorar las muchas innovaciones y reformas que se
proponen. En cuanto a lo primero, remito a la lectura del apartado I de la
exposición de motivos que ilustra de la idea fundamental: que el ordenamiento
contribuya a hacer posible y más sencilla actividad que ahora se dice de los
emprendedores, pero que toda la vida ha sido y seguirá siendo la propia de los
empresarios, en cualquiera de sus formas (personas físicas o jurídicas, con o sin limitación de
responsabilidad). Un propósito especialmente loable en una situación tan severa
como la que refleja nuestra Economía.
En lo que se
refiere a lo segundo, la Ley del emprendedor está llamada a modificar distintas
normas existentes (por ejemplo, LMV, LSC, etc.). Son reformas que están
animadas por facilitar nuevas formas de actividad económica, en algunos casos
insistiendo en soluciones que no han funcionado como la creación de nuevas
formas de sociedades limitadas, sociedades cuyas formalidades de constitución
se simplifican o acudiendo a la formación sucesiva.
Madrid, 8 de julio
de 2013