Uno
de los supuestos más conocidos de crisis bancarias es el que motivaba el
control de un banco por una empresa o grupo de empresas que lo utilizaban para
su financiación. Por eso me sorprendió la lectura de la noticia publicada en El
País que se titulaba “Airbus
aterriza en el negocio bancario”. La coincidencia de la condición de
accionista y la de deudor de la entidad no resulta sencilla.
Es
una operación singular –afecta a una de las mayores empresas europeas- que
habrá que seguir con atención.
Madrid,
18 de febrero de 2014