Leí
ayer en El País una noticia que anuncia futuras propuestas del Fondo Monetario
Internacional (FMI). El titular era “El
FMI propone que los acreedores entren en los consejos de los bancos”. No
precisa de gran justificación alegar que es una propuesta interesante. Cuando
se lee la reseña del futuro informe (que se anuncia para la próxima semana) nos
encontramos con que la motivación de esa propuesta radica en el permanente y
polémico asunto de la retribución de los directivos y consejeros en entidades
de crédito y, en relación con ello, en la necesidad de limitar los riesgos que
se asumen como una forma de obtener rentabilidades a corto plazo que comportan
beneficios retributivos para los directivos que las impulsaron.
Lo
que propone el FMI es que los representantes de los acreedores estén presentes
en el consejo y en los comités de los que depende tanto la asunción de riesgos
como la política retributiva. El argumento es que esa presencia reforzará la
independencia con la que actúan esos comités frente a los ejecutivos. Habrá que
seguir esta propuesta y su recepción en las legislaciones nacionales.
Madrid,
2 de octubre de 2014