La
Profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ascensión Gallego Córcoles
ha publicado un cuidado y recomendable estudio sobre una de las figuras más
sugerentes en la vida actual de las sociedades cotizadas, como resultan ser los
llamados asesores de voto o proxy
advisors [Asesores de voto (proxy
advisors) y el ejercicio del derecho de voto en las sociedades cotizadas,
Monografía nº 42 –Revista de Derecho de Sociedades- Cizur Menor, 2014, 188
páginas]. El papel de esos asesores plantea interesantes cuestiones y justifica
el que en España y en otros lugares se hayan impulsado estudios sobre dicha
figura. Me remito a lo que al respecto señalé en previas entradas (aquí,
aquí,
aquí
y aquí).
En
la introducción de su estudio (pp. 17-28) la autora menciona las iniciativas
impulsadas desde que en el año 2011 la Comisión Europea incluyera a los
asesores de voto entre los actores del gobierno corporativo y reconociera la
irrupción de estas organizaciones que significan un nuevo escenario en el
funcionamiento de las sociedades cotizadas. Organizaciones que, por ahora,
disfrutan de una notable indeterminación en cuanto a las reglas a las que deben
ajustar su intervención y, en lo que resulta especialmente preocupante, han
dado lugar a una alarmante concentración de poder en pocas manos [destaca la
posición que ha alcanzado International Shareholders Services (ISS) de la que la autora señala que “cuenta con más de 1.700 clientes y ofrece
cobertura a más de 40.000 juntas generales”].
El
libro explica las causas de esa situación pero se atreve también a advertir de
sus riesgos y a hacer propuestas de aquellos aspectos en los que la actividad
de esos asesores debe ser objeto de regulación.
Madrid,
24 de diciembre de 2014