Acaba
de publicar el Banco Central Europeo su informe "Financial
integration in Europe". Un informe con especial importancia en la
medida en que sirve para comprobar la evolución de los distintos mercados
financieros en el área euro en relación con el deseable principio de
integración de todos ellos. Esta revisión se remonta al año 2005, cuando el
Banco Central Europeo estableció una relación de los indicadores que debían
tomarse en cuenta a la hora de evaluar la integración financiera sobre la base
de la publicación anual de informes como el que aquí comentamos.
En
sus mensajes de apertura, el informe del Banco Central Europeo señala que se ha
producido en los últimos tiempos, en particular durante el año 2014, una
evolución del proceso de integración financiera, que ha llevado los indicadores
a un nivel similar al que se observaba antes de la crisis de la deuda soberana.
A
partir de ahí, se observa que el proceso no presenta la misma evolución en los
distintos mercados financieros. Así como el nivel de integración en los
mercados monetario o de deuda presentan una evolución sostenida a favor de una
mayor integración, los mercados de valores presentan una integración menor.
Dice literalmente el informe que la mejora en la integración de estos mercados
es mucho menos clara que, por ejemplo, en los mercados monetario o bancario. En
relación con éste último y dada la relevancia de las medidas que se han ido
adoptando, no deja de ser destacable la correspondiente a que el nivel de
integración siga siendo inferior al que se daba con anterioridad a la crisis
financiera. Los pasos adoptados a favor de la Unión Bancaria a través del
establecimiento del Mecanismo Único de Supervisión o del Mecanismo Único de Resolución
deben suponer avances decisivos con vista a la recuperación de ese mercado
bancario y la consiguiente integración del mismo, cuya intensidad debiera
acelerarse el corto plazo.
Madrid,
30 de abril de 2015