En la Jornada celebrada en el Colegio
Notarial a la que me he referido en la anterior entrada el coloquio fue
especialmente interesante por las intervenciones de los asistentes. Uno de los
temas que se planteó con mayor intensidad fue en qué medida el movimiento del
gobierno corporativo sigue sin dar satisfacción a la presencia de mujeres como
consejeros en las sociedades cotizadas.
Los seguidores de este blog son
conscientes de que he dedicado al tema distintas entradas recientes y que hoy
completo recomendando leer el reportaje que el pasado sábado publicaba
Alejandra Agudo en El País, bajo el título “Romper
el techo de cristal a golpe de ley”. A continuación transcribo algunos de
sus párrafos:
“La
propuesta de establecer cuotas obligatorias para acabar con la escasa presencia de féminas en
altos cargos en las empresas y las
instituciones políticas ha abierto una brecha entre países contrarios y
partidarios de la medida. Para unos, solo por ley puede romperse la infra representación
femenina, ante el fracaso de las vías voluntarias. Para otros, la cuota
introduce una rigidez excesiva en las decisiones de agentes privados”.
Sobre la reacción contraria de algunos
Estados:
“Gran Bretaña, Holanda, Bulgaria, República Checa,
Estonia, Letonia, Lituania, Hungría y Malta enviaron el pasado septiembre una
carta a Reding en la que mostraban su negativa a las cuotas. Los votos de
estos países son suficientes para bloquear la iniciativa en el Consejo.
Pero Reding ha manifestado en una de sus apariciones esta semana estar preparada
para una “interesante lucha”. “He recibido otras muchas misivas de apoyo”,
mencionó en una reunión mantenida con el Comité de Derechos de la Mujer del
Parlamento Europeo. Uno de esos mensajes provenía del Gobierno francés, firmado
por la ministra de Igualdad y el de Economía, recalcó Reding”.
El problema es la realidad, que invita
a adoptar medidas:
“Los datos, sin embargo, desmienten algunas de
estas afirmaciones. La vía voluntaria se ha demostrado insuficiente para
impulsar el ascenso de las mujeres. En marzo de 2011, la comisaria Reding
ofreció a las empresas que se comprometieran a aumentar la proporción de
féminas —hasta un 40% en 2020— en sus órganos de dirección. Solo 23 se han acogido a la iniciativa desde entonces. La
presencia femenina en puestos de dirección aumentó un 1,9% en 2011, frente al
0,5 de 2010. Reding lo ve insuficiente —“tardaremos décadas en lograr la
paridad”, afirma— y achaca el impulso a la imposición de cuotas en algunos
países. La vicepresidenta destacó, sin dar cifras, el avance conseguido en
Francia, Italia o Bélgica, que han regulado la materia. “En el resto de países
no ha pasado nada”, señaló”.
Sobre el escenario de los próximos
meses:
“Reding tiene a su favor a la mayoría del
Parlamento Europeo, así como los lobbies feministas
que operan en la UE. También los datos avalan sus pretensiones. Pero la titular
de Justicia no lo va a tener fácil para sacar la iniciativa adelante. Antes de
lanzar una propuesta de directiva ya tiene una minoría de bloqueo en contra. Y
tampoco está claro que los países que no se han pronunciado estén a favor.
Carmen Quintanilla, presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso español,
reconoció ante el Comité de Derechos de la Mujer en el Parlamento Europeo la
necesidad de lograr la paridad pero incitando “con premios y desde la
voluntariedad””.
Madrid, 8 de octubre de 2012