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viernes, 10 de febrero de 2012

Retribución III: votación consultiva de los accionistas y actuación coherente de los directivos


Abundando sobre el procedimiento de retribución, otra reciente referencia sobre el papel de los accionistas a la hora de votar la retribución de los administradores y directivos en bancos y en otras sociedades cotizadas, la ofrecen los estudios que se empiezan a conocer sobre el “sistema consultivo” demuestran que ese control por parte de los accionistas, aunque sea consultivo no altera de forma relevante la marcha de las sociedades. Los materiales para seguir la vigencia del sistema son inacabables: por ejemplo, la web say on pay o con respecto a Gran Bretaña el estudio de Derri y Maber Say on Pay Votes and CEO Compensation: Evidence from the UK.


Además, en algunas de esas votaciones consultivas se observa un rasgo de sentido común, que evitará que  esa votación consultiva  no derive hacia una modificación normativa que la haga vinculante. Me refiero al hecho de que en los escasos supuestos  donde los accionistas no han votado a favor de la retribución, los directivos afectados han  procedido a la sensata renuncia a esa retribución. No hay que ser adivino para vaticinar que una reiteración de reacciones que ignoraran la decisión de los accionistas abonaría un mayor rigor normativo.

Termino con una situación singular, de tal manera que lo que era una retribución lícita y anunciada, ante el impacto que ha tenido el conocimiento de su pronto pago, ha motivado la renuncia por parte del beneficiario.  Se trata del consejero delegado de Royal Bank of Scotland, Stephen Hester, que ha renunciado al bonus de algo más de un millón de libras que le correspondía a la vista de la evolución de la entidad en este último año. ¿Estamos ante un problema jurídico? Por supuesto que no. Es la política … y la sensibilidad del aludido hacia la reacción social.

El Royal Bank of Scotland se salvó gracias a la masiva inyección de capital por parte del gobierno británico y el predecesor del actual consejero delegado se ha visto privado de su condición de “Sir”. Pintan bastos y nada cabe reprochar a quien se de cuenta de ello.

Madrid, 10 de febrero de 2012