Otra reflexión que cabe hacer al hilo
de las pérdidas generadas por la negociación de derivados en J.P. Morgan apunta
al gobierno corporativo. Leí con atención la crónica del desarrollo de la
junta general que celebró dicha entidad de crédito en Tampa (Florida), poco
tiempo después de haberse conocido el negativo episodio de las pérdidas
señaladas. En esa junta se plantearon
varias cuestiones propuestas por los accionistas, si bien hay que señalar que
muchos de los apoderamientos conferidos por éstos se habían producido con
anterioridad a la noticia relativa a las pérdidas padecidas por derivados.
Las cuestiones que se plantearon en la
junta se están convirtiendo en dos temas "clásicos": en primer lugar, el tema
ineludible de la votación de la retribución de los ejecutivos y en particular
del presidente de J.P. Morgan, que mereció un voto afirmativo mayoritario. El
segundo punto es de mayor alcance, porque pretendía revisar una situación de
hecho consistente en la acumulación de poder en manos de una única persona y,
por lo tanto, la conveniencia de separar el cargo de presidente del consejo de
administración y primer ejecutivo de la entidad.
Veremos en los próximos días o semanas
en qué medida estas cuestiones vuelven a ponerse sobre la mesa en función del
agravamiento del caso, aunque es posible incluso llegar a imaginar que se
produzca lisa y llanamente la dimisión del directivo responsable. Otros ya han
abandonado la entidad y lo que se preguntan algunos es si no procede reclamar
parte de la retribución recibida. Véase
la entrada de Davidoff en el Dealbook: “After
$2 Billion Loss, Will JPMorgan Move to Claw Back Pay?”.
Madrid, 25 de mayo de 2012