Se ha publicado en
fecha reciente una lejana Resolución
del Parlamento Europeo, de 13 de septiembre de 2011, sobre política de
auditoría: lecciones de la crisis, que
es interesante para cualquier interesado en el régimen legal de la auditoría de
cuentas y en los criterios que deben animar la actuación normativa en esta
materia en el seno de la Unión Europea. El principal hito que inspiraba la
Resolución parlamentaria era el Libro
Verde de la Comisión de 13 de octubre de 2010.
Para ilustrar ese interés,
basta con reproducir los considerandos. Algunos de ellos mantienen su vigencia
en el momento actual:
“A. Considerando que la
reciente crisis financiera ha puesto en entredicho la labor del auditor,
B. Considera que, a raíz de la
crisis, la asunción de riesgos excesiva por parte de las instituciones
financieras se ha vinculado significativamente a un control y a unos mecanismos
de gestión de riesgo flexibles, escasos e ineficaces, particularmente en
instituciones financieras de importancia sistémica (EFIS),
C. Considerando que se ha
considerado que los auditores pueden desempeñar una función esencial en
el refuerzo de la supervisión de la gestión de riesgos de las instituciones
financieras en particular,
D. Considerando que no se ha
utilizado plenamente, en particular, la función de los comités de
auditoría dentro de las instituciones financieras,
E. Considerando que una
auditoría de calidad es fundamental para la estabilidad económica y la
confianza de los mercados, ya que aporta garantías sobre la veracidad de la
solidez financiera de las empresas,
F. Considerando que en la
calidad de la auditoría la independencia del auditor juega un papel
fundamental,
G. Considerando que es
probable que existan conflictos de intereses cuando las empresas auditoras
ofrecen servicios diferentes a la misma empresa,
H. Considerando que la
importante concentración de mercado de las «cuatro grandes» empresas de
auditoría puede dar lugar a la creación de un riesgo excesivo, y
considerando que las empresas más pequeñas tienen diferentes características y
que se ha de incentivar su crecimiento y su especialización mediante un aumento
de su capacidad competitiva,
I. Considerando, en
consecuencia, que es preciso relanzar un debate en profundidad sobre la
función del auditor y estructura del mercado de la auditoría”.
Madrid, 4 de marzo de 2013