En el Boletín Oficial del Estado del
pasado 25 de julio de 2014 se ha publicado la Ley
14/2014, de 24 de julio, de Navegación Marítima. Es otra Ley largamente
esperada, que creo recordar que ya se vio abortada en la previa tramitación
parlamentaria de algún proyecto por la disolución de las Cortes Generales.
Es una Ley necesaria porque la situación del Derecho marítimo español reclamaba desde hace decenios una profunda
reforma. Buena prueba de ello es que la nueva norma tiene un amplio contenido y
no es en sentido estricto una ley mercantil, puesto que en ella conviven todos
los aspectos que afectan a la navegación marítima desde la perspectiva de su
ordenación jurídico-pública y privada.
La Ley viene a actualizar en primer
lugar distintos aspectos jurídico-privados del tráfico marítimo que seguían en el
Código de Comercio de 1885. Se trataba por lo tanto de llevar a cabo una
modernización imprescindible, que hacía chocante el contraste entre las normas
en vigor y los avances registrados en la armonización internacional del Derecho
marítimo por un lado y en la aparición de nuevos problemas que el legislador
decimonónico no pudo ni siquiera intuir, por otro. De entre esos varios problemas
que la propia Ley cita en su preámbulo aparecen el de la protección del medio
ambiente, la defensa del patrimonio cultural, la lucha contra el contrabando o la
amenaza a los intereses españoles en materia de pesca, extranjería o
inmigración.
En definitiva y como es manifiesto a
partir de un simple seguimiento de la actualidad, la navegación marítima sigue
planteando abundantes problemas desde una perspectiva jurídico-mercantil, al
mismo tiempo que da lugar a la aparición de nuevas situaciones que reclamaban
una respuesta jurídica integral.
La Ley es una suerte de codificación
marítima, la integran nada menos que 524 artículos y entrará en vigor a los dos
meses de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Es fácil pronosticar que la
promulgación de una norma de tanto alcance va a provocar una especial y
renovada atención hacia el Derecho marítimo.
Madrid, 31 de julio de 2014