El
Derecho aplicable a los mercados financieros se ha convertido en una especie
tan peligrosa como las arenas movedizas en las que vemos hundirse a tantos
héroes y villanos cinematográficos que en ellas se adentran. Cualquiera de nuestros
mercados financieros es el destinatario de una incesante relación de
disposiciones, sometidas al mismo tiempo a una permanente revisión. Quien estudie sus leyes o reglamentos se
encuentra como Sísifo con que, cuando cree dominar la que se presenta como
nueva normativa, el peñasco vuelve a rodar hacia abajo en forma de nuevas
disposiciones que modifican o sustituyen a aquellas.
Los
“estudiosos” de ese Derecho terminan
por no ser otra cosa distinta de meros cronistas de lo que nuestros
legisladores internacionales o nacionales deciden. Son contadas las obras que
nos ofrecen una visión sistemática, es decir, que partiendo de una ordenada
exposición de los principios que inspiran la disciplina aseguradora, permite
entender cuáles son y cómo influyen en la aplicación de las correspondientes
disposiciones.
Una
de esas elogiables excepciones acaba de ver la luz y es el manual que el
Profesor Alberto J. Tapia ha elaborado sobre el mercado asegurador (Tapia
Hermida, A.J., Derecho de seguros y
fondos de pensiones, Iustel, Madrid, 2014, 315 pp.). Una obra
imprescindible para quien aspire a conocer las ideas que vienen impulsando la
disciplina de un mercado tan importante como el que es objeto de su estudio. El
libro es capaz de explicar con admirable claridad los muchos problemas que
anidan en esa regulación.