Asistí
el pasado 4 de mayo, en el Colegio de Abogados de Madrid, a la presentación de
una publicación que alerta sobre la imparable conexión entre el mundo del
deporte profesional y los mecanismos más avanzados de financiación [Palomar/Cazorla/Dompablo/Avezuela,
Los fondos de inversión y la actividad
deportiva, Revista Aranzadi de Derecho de deporte y entretenimiento,
Monografía núm. 10, Cizur Menor (2015), 138 pp.].
Quien
siga de forma habitual las páginas deportivas habrá conocido que determinados
deportistas aparecen como “propiedad”
de tal o cual fondo de inversión. Esto podía parecer una extravagancia hace
algunos años pero su generalización ha obligado a asumir la realidad de determinados
deportes profesionales como el marco para una creciente intervención de esos
fondos en relación con equipos y deportistas que nos resultan cercanos. Tan es
así que la FIFA terminó por prohibir a partir del 1 de mayo pasado la
titularidad de los derechos federativos de futbolistas por parte de dichos
fondos. Prohibición que va acompañada de dudas importantes que se han traducido
en reclamaciones ante la Unión Europea.
El
libro ofrece una profunda y a la vez interesante disección de esta realidad.
Destaco por su relación directa con el llamado “deporte rey” el Capítulo II que redacta el Profesor Luis Cazorla
González-Serrano.
Quien
quiera un “aperitivo” sobre el tema
puede leer la sugerente crónica de Orfeo Suárez en la edición de hoy del Diario
El Mundo: “Futbolistas
de propiedad privada”.
Madrid,
20 de mayo de 2015