Según
recogen hoy distintos medios de información económica, la Presidenta de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) participó en el Congreso anual
del Instituto de Censores Jurados de Cuentas y, entre otras manifestaciones,
solicitó para la CNMV mayores competencias para la supervisión de los auditores
de las sociedades cotizadas. Me permito
remitir a los interesados a la crónica que publica Cinco
Días.
Dada
la importancia que la información financiera y, dentro de ella, la auditoría, tienen
para los inversores, la legislación no sólo exige su regular aportación sino
que también autoriza una función de supervisión de dicha información a la CNMV.
Ésta viene elaborando Informes
anuales que implican una revisión de cuentas anuales y de las respectivas
auditorías. Lo que parece animar la solicitud de mayores competencias de la
CNMV en este terreno son cambios a nivel europeo que marcan ese camino. Es
obvio que esa medida supone un cambio sustancial desde la perspectiva del
ordenamiento mercantil, pues privaría al Instituto de Contabilidad y Auditoría
de Cuentas (ICAC) de una de sus principales competencias. La propuesta tiene,
por lo tanto, implicaciones muy diversas y habrá que prestar atención a cómo es
acogida durante los próximos meses.
No
hace mucho que recogí en una anterior entrada
la percepción de que la auditoría y su legislación parecen no lograr períodos
de consolidación. Sería deseable que una actividad tan relevante ganara un
mayor grado de seguridad y estabilidad en su regulación, abandonando la
sensación de estar en permanente reforma.
Madrid,
29 de noviembre de 2012