El
sistema bancario en la sombra o shadow banking es, en esencia, la intermediación
financiera al margen del sistema bancario. Comprende cada vez un mayor número
de entidades y actividades y existe un reconocimiento
generalizado de sus ventajas para la financiación empresarial. Junto a ellas,
sin embargo, a esa banca en la sombra la acompañan algunos recelos que, como ya
anunciaba en una previa entrada,
han provocado una reacción destinada a tratar de eliminar, o cuando menos
atenuar, los riesgos que se considera que acompaña ese tipo de actividad. El
riesgo principal radica en la conexión que cabe advertir en algunas ocasiones
entre el sistema bancario y la banca en la sombra, de manera que a ésta se la
vea como fuente de riesgos sistémicos.
Entre
las iniciativas más destacadas en el seguimiento de esa banca en la sombra
figura la revisión periódica que elabora por mandato del G-20 el Financial
Stability Board (FSB). A finales de octubre se hizo público el Global
Shadow Banking Monitoring Report 2014.
Se
trata de una investigación sobre veinticinco “jurisdicciones”, incluida el área del euro. Es un documento que
permite constatar la evolución del shadow banking por la relación que permite
con los tres informes anuales anteriores. El documento del FSB ofrece mucha e interesante
información y pone de manifiesto que la enunciación de los riesgos proclamados
con respecto a esta actividad se ve confirmada por el esfuerzo de seguimiento
de la misma, sin perjuicio de que el FSB reclame a los Estados una mayor
dotación de recursos para comprobar la interconexión entre los dos sistemas
bancarios.
De
una manera reducida, cito o transcribo las principales conclusiones del informe
correspondiente a 2014. Antes de hacerlo, aclararé que MUNFI es la abreviatura
de “Monitoring Universe of Non-Bank
Financial Intermediation”:
“● According to the MUNFI estimate, based on assets of
Other Financial Intermediaries (OFIs), non-bank financial intermediation
grew by $5 trillion in 2013 to reach $75 trillion.
● By absolute size, advanced economies remain the
ones with the largest non-bank financial systems. Globally, MUNFI assets
represent on average about 25% of total financial assets, roughly half of
banking system assets, and 120% of GDP. These patterns have been relatively
stable since 2008.
● Adjusted for exchange rate effects, MUNFI assets
grew by +7% in 2013, driven in part by a general increase in valuation of
global financial markets,12 while in contrast total bank assets were
relatively stable.
● Emerging market jurisdictions showed the most
rapid increases in OFIs.
● Among the MUNFI sub-sectors that showed the most
rapid growth in 2013 are Trust Companies and Other Investment Funds.
● Using more granular data reported by 23
jurisdictions, the broad MUNFI estimate of non-bank financial intermediation
was narrowed down by some $27 trillion.
●The measures of the level of interconnectedness
between the banking and the non-bank financial system were improved in this
year’s report by adjusting for bank’s assets and liabilities to OFIs that are
prudentially consolidated into banking groups.15 Overall, the level of
interconnectedness between the banking and the non-bank financial system
declined in 2013”.
Madrid, 19 de noviembre de 2014