Pretender que la justicia sea
eficiente es una formulación actualizada de la eterna pretensión de que la justicia
sea rápida, pues si no lo es, muchas veces deja de ser justicia. A este
respecto quiero dar una breve reseña de la 3ª Encuesta entre juristas que sobre
la modernización de ciertos aspectos de la gestión de litigios ha llevado a
cabo el área de forense de Deloitte, bajo el título "Hacia
una Justicia más eficiente". Este estudio, el tercero que lleva a cabo
la citada entidad, trata de evaluar la efectividad de las medidas que se han
incluido en el plan estratégico de modernización de la justicia 2009-2012 y
también en reformas introducidas en otras disposiciones, de manera destacada en
la reciente reforma de la Ley Concursal (LC) llevada a efecto a finales del año
2011.
Es con relación a la reforma de la LC
con la que quiero traer a colación algunas de las conclusiones de la citada
encuesta. Así en primer lugar, existe una mayoría de opiniones favorables a
llevar a cabo la reforma concursal, si bien también existe una disparidad a la
hora de entender que las medidas recientes van a implicar una reducción de los
costes del concurso y una agilización en la toma de decisiones en este tipo de
procedimientos (un 36% a favor y un 35% en contra).
Otro aspecto que me parece interesante,
aunque sea porque he insistido varias veces en mis dudas acerca de la eficacia de
las reformas legislativas que no se acompañan de otras medidas que alivien la
carga de trabajo de los Juzgados de lo Mercantil, es un criterio mayoritario de
los encuestados acerca de la reducción de la duración de los concursos y de esa
carga de trabajo como simple consecuencia de la reforma concursal.
Madrid, 21 de septiembre de 2012