Como continuación de la cercana entrada
que dediqué a los asesores de voto o proxy advisors, llamo la atención
sobre el artículo que publicó Roberto
Casado bajo el título “Así son los rebeldes de las juntas” (Diario Expansión,
edición impresa, 14 de agosto de 2012, p. 6). El artículo parece sugerir que
hay una cierta resistencia en nuestro mercado a reconocer el papel que juegan
estos asesores y, de hecho, los datos que contraponen la situación en otros
mercados y en el español ponen de manifiesto que, frente al papel relevante que
juegan tales firmas de asesoramiento del voto en los principales mercados
internacionales, en el asesoramiento a fondos españoles tienen una incidencia
menor.
Es interesante la situación de hecho
que describe el comienzo del artículo:
“El aumento de la influencia de los asesores de
voto internacionales (los proxy advisors) en las juntas de las sociedades
cotizadas españolas ha empezado a preocupar a los consejos de estas
compañías, que ven cómo algunas de sus propuestas empiezan a recibir una
significativa proporción de rechazo entre los accionistas como resultado de la
actividad de esas firmas.
Grupos como Repsol, Telefónica, Santander o
Viscofan han visto como entre el 20% y el 30% de los accionistas en sus
últimas juntas votaban contra algunos puntos del orden del día. Se trata de
un porcentaje minoritario, pero inusitado hace pocos años, cuando casi e 100%
del capital solía respaldar las propuestas de los consejos españoles.
La principal razón de ese aumento de los
disconformes es que muchos inversores institucionales internacionales
(fondos de inversión y de pensiones que poseen casi un tercio de las acciones
de la bolsa española) siguen de cerca las recomendaciones de los proxy
advisors al votar”.
Quien quiera examinar en su integridad
el Informe que hicieron el Grupo de expertos, está disponible en la página web de la CNMV.
Aprovecho la ocasión para añadir una
referencia a la sugerente entrada
de Manuel Conthe (dentro de su recomendable blog “El sueño de Jardiel”) sobre
el tema. Destaco un apunte sobre el citado Informe:
“A mi juicio, el Informe de los expertos españoles
y el documento de ESMA ponen énfasis, de forma casi
exclusiva, en los inconvenientes y conflictos derivados de la
actuación de los asesores de voto; pero ignoran sus ventajas -entre
ellas, facilitar el "activismo accionarial", disciplinar a los
gestores y consejeros y, en especial, poner freno a los excesos
retributivos-“.
Me sumo a su demanda de un término
español que nos dispense de utilizar (también aquí) el inglés.
Madrid, 7 de septiembre de 2012